martes, 27 de abril de 2010

Espérame en Montauk


Si alguna vez se han sentado sobre la arena a contemplar el mar sin límites y se preguntan el por qué de la vida, el amor, la memoria y el olvido; Sin han amado sin entender el verdadero significado de la relación o si a la vez han entendido que el amor es lo único que los mantiene vivos, es indispensable que dediquen un tiempo a ver esta extraordinaria película.

Vale la pena arrendarla, una, dos y hasta tres veces y es que su guionista, Charlie Kaufman, supo romperme el corazón y a la vez volver a juntármelo en cada escena.

En sí, la película trata de hacernos entender que toda relación tiene sus dificultades y como pareja tenemos que saber afrontar los problemas sin tomar el camino más fácil. También podemos ver ciertas tendencias psicológicas y quizás hasta filosóficas, ya que nos hace cuestionarnos de lo vivido hoy y lo que nos puede deparar el destino mañana.
Nuestra vida no es lo que vemos a simple vista, no es el conjunto de ladrillos que llamamos casa, o los miles de objetos que guardamos en nuestra habitación, no, nuestra vida son los incontables recuerdos que dan sentido a lo que vemos todos los días frente al espejo, nuestra vida está hecha de las cosas que guardamos en nuestro corazón, esos recuerdos quizás inútiles , pero que nosotros les damos un intenso significado y sabemos que es real. ¿Pero qué sucede cuando esos recuerdos son demasiado dolorosos? ¿No sería genial poder borrarlos de nuestra mente? Y si pudiéramos hacer eso, ¿Valdría la pena?

Estas intrigantes preguntas son las que le dan el hilo conductor a esta gran obra, y esa manera en que está hecha la película, sin orden temporal, es lo que me mantuvo intrigada hasta los últimos minutos donde todo empieza a tener lógica.

Realmente es una película que no deja de conmover, es más, yo quedé muy impactada después de verla, es como si de verdad hubiese recorrido los rincones de mi mente cuando he intentado olvidar o ignorar esa amargura del desamor. Tristeza, alegría, desesperación, intriga, son algunas de las sensaciones que presencié después de ver el filme. Sensaciones, que a la larga nos mantienen vivos y, por suerte, alejados del olvido.

Eterno resplandor de una mente sin recuerdo resalta las huellas de amor que quedan después de una gran pelea, la capacidad de decir "lo siento", "te amo" y a la vez aferrarse a los recuerdos, aprender de los errores y poder empezar de cero, por eso creo que es una producción dedicada especialmente a las parejas que tienen dificultades, puesto que es una película que hace reflexionar lo maravilloso que es estar vivo y aprovechar el presente pese a todas las cosas malas y desdichas que estemos viviendo.

En fin, Filme que deja un satisfecho gustito en la boca, muy recomendable para aquellos que les gusta ver propuestas distintas. En verdad, es una espléndida cinta para buscarle sentido a las cosas, encontrar paz y entender con más claridad a la pareja. Y para la gente que no le guste y no le encuentre un significado más allá de lo que queda en pantalla, siempre está el camino del olvido.



m.

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