domingo, 5 de diciembre de 2010

Hoy

Es una noche despejada, y en mis huesos noto la duda, de si quizás aún recuerdas a esta mente elocuente. Me siento afortunada por no haber vendido mis sueños, aquellos que jamás entenderían. Haber dejado en mi mente todas esas caricias que nunca nos dimos y las cosas que no nos dijimos, pero que ocurrieron, muy dentro de mí lo sé.

Hoy es una noche despejada, y olvido.


m.

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