jueves, 5 de mayo de 2011

¿Y si te quedas esta vez?

Deseaba escuchar un poco más de ti, deseaba que me arrancaran los ojos para no tener que presenciar el momento en que te marchabas. Deseaba mucho, pero sabía que mi cuerpo no iba a conseguir ni siquiera la mitad de lo que a gritos pedía mi alma. Quizás podía intentarlo, pero no lo hice... no lo hice porque el nudo que quedaba en mi garganta cada vez que te alejabas de mí no me permitía abrazarte con todas mis fuerzas. Era inútil pedirte que te quedaras porque yo misma sabía que no podías hacerlo, o quizás sí. Entonces mientras te apretaba fuerte la mano, comencé a pensar en voz alta sin darme cuenta. "Imagínate que solo por esta vez te quedas y no tenemos que dar explicaciones a nadie, y no importa el tiempo que pase mientras tengamos el calor de nuestros cuerpos. Y no importa lo que dirán mañana sino que ahora estemos aquí. No quiero que tomes ese tren, que te alejes ni un solo centímetro de mí, aunque sea sólo por hoy". En el momento que pronuncié la última palabra noté que me mirabas atolondrado por lo que había dicho. "¿De nuevo pensé en voz alta?" Sonreíste. Supongo que a esa hora ya me había vuelto loca, pero nadie entendería las ganas que tenía de llenarme de ti. Y no soportaba aquél agujero, ese que quedaba cada vez que el otro se marchaba. Era una de esas pruebas de alto riesgo para ver si eramos capaces de aguantar, y por mucho tiempo creí que no lo íbamos a lograr, pero estaba equivocada... De pronto una voz de niña desvalida me salió y te dije "Quédate conmigo, aunque sea sólo por esta noche".


m.

No hay comentarios:

Publicar un comentario