No me busques con la intención de encontrar eso que crees que te falta. No me llames para escuchar el sonido de tu interior, eso sí que no va conmigo. No quiero que me ames sin amor, ni tampoco que me odies por odiar. No deseo que me anheles por necesidad y que te deshagas cuando me retiro. No quiero nada de eso, nunca me han gustado esas cosas. Nunca me ha gustado que me hagan sentir como la princesa que no perdió el zapato, esa que tenía el puesto listo al lado de su príncipe. Simplemente busco lo diáfano. Busco nuestros besos escondidos en la almohada. Busco escribirte sin escribirte, pues no escribir sería perderte. Busco que nos sintamos sin tocarnos, escucharnos sin oírnos y mirarnos aun sin tenernos cerca, empaparnos de miel porque se puede. Y sé que quizá pido mucho y no son más que fantasías que pienso los lunes en la tarde producto de mi agotamiento mental, pero no voy a perder la fe, no, no la perderé... Dios sabe de lo que estoy hablando.
m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario